La Constitución es la ley suprema de la nación. Bajo los parámetros establecidos en la constitución, se derivan todas las leyes pertinentes para el funcionamiento del país. 

Ratificar una constitución sería el primer paso del gobierno de transición. Una vez convocada la asamblea constitucional, se abre el debate para decidir que constitución se usará como punto de partida y como se cambia dicho documento antes de ser ratificado. 

El gobierno cubano ha ratificado constituciones en los años 1901, 1940, 1976 y 2019 excluyendo la Ley Fundamental de 1959. A pesar de haber argumentos legales afirmando que la constitución de 1940 nunca ha sido derogada, también existen argumentos en contra de su restitución en un ámbito moderno y actual. 

La fundación YO SOY CUBA propone restituir la constitución de 1940 como plataforma de funcionamiento para el gobierno de transición, ya que se necesita una base para que este gobierno pueda funcionar. Una vez operando bajo dichos parámetros, se convocará la asamblea constitucional para debatir los temas legales pertinentes a su escritura.